El año de las decisiones

Arranca 2011. Como dice Adrián, "El año de las decisiones". Pero la verdad, de momento esto creo que me la sopla. Bueno, en realidad no sé si me la sopla o si sólo quiero que me la sople, pero bueno dejémoslo ahí de momento. El caso es que empieza un año que por lo menos aparenta ser dificil, porque con el llega el final del trabajo de cuatro años, llega el principio del abismo, y la sonrisa del monstruo que te mira con cara de capullo al fondo, como esperando el más pequeño resbalón para que te caigas y, después de darte la ostia, comerte poco a poco empezando por los huevos. Bueno a lo mejor soy un poco exagerado, pero un poco si que asusta...

Así que para vencer el miedo mejor no pensarlo y hacer, hacer constantemente. Un hacer patológico, un hacer compulsivo, hacer para demostrar, para olvidar, hacer para construir la ficción del otro que uno desearía ser. Y en eso yo soy un artista: Me tengo que aprender el texto, que no hay manera, hacer mil historias, llevar papeles al registro si es que algún día los señores funcionarios deciden gentilmente abrir, pasar cuadernos alímpio, estudiar, leer dos o tres obras que tengo pendientes, estudiar lo de ingeniería, etc...

Ah, y pasar los planos de la escenografía a limpio y a 3D, calsro está, si es que algún día Marchena decide constestarme al correo. ¡Marchena, manifiestate! ¡Si sigues entre nosotros manifiestate! Bueno, ya que estoy en racha, creo que lo de no contestar el correo es una costumbre extendida, pero bueno ese es otro tema que dejaremos para más adelante, que seguro que habrá ocasiones.

PD: Curioso, en los 5 primeros dias más de 100 visitas, si ya alguien dejara un comentario sería fantástico...