jueves, 5 de mayo de 2011

Definiendo

Comienza la cuenta atrás. Se acerca el momento y más personas se suman al proyecto. Nuestro nuevo ayudante de dirección, el Tito, Alejandro seguro aportará muchas cosas buenas al proyecto, entre otras su sinceridad desde el primer día. Me gusta que sea así, las cosas claras desde el primer día, si algo no funciona pues no funciona, se arregla y a seguir. Elia sigue a lo suyo, dando lecciones de implicación, Perdiguero ya tiene un boceto de sus lucecitas con muy buena pinta, Fernando disponible para todo lo que haga falta, contruyendo y consiguiendo. Marchena que ha vuelto como si le hubieran enchufado a la corriente en vacaciones, a 200 por hora. Todo aportando mucho.
¿Y nosotros? De momento, dudando, a veces bien, a veces mal, casi siempre confusos. Estamos en el momento de definirnos. ¿Lo reventamos o reventamos por algún sitio? Último empujón para todos, las cosas funcionan, ahora nosotros debemos acabar de funcionar.

3 comentarios:

  1. Un mes, bueno menos de un mes... dentro de poco no nos quedaran uñas que modernos ni, pleo que caer, sobretodo a alguno jeje Pero 4 años, necesitan ser despedidos a lo grande no?? Asi yo apuesto por que lo vamos a reventar!!

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  2. Pues sí! El empujón que demos ha de ser fuerte, seguro y certero y sobre todo lleno de implicación. Vamos a por ello!! Nosotros podemos!!! Que las uñas y el pelo vuelven a crecer pero estos 4 años nunca volverán, vamos a despedirlos a lo grande, sí PUCKSUPUESTO que sí.

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  3. Si acabas aquí…
    Queda poco tiempo, sois conscientes de ello. Sois conscientes de que muy pronto vais a vivir días de ilusión, de nervios, de tensión, de estar más unidos que nunca. Días en los que por fin enseñáis todo lo que sois. En ese tiempo que dure el espectáculo, no sólo estaréis interpretando un personaje, sino que estaréis mostrando el ser que hay debajo. El ser en el que os habéis convertido, el ser que ha vivido, llorado, reído, sufrido, disfrutado y luchado por llegar a ese instante en el que parece que el tiempo se detiene. Esos días felices están por llegar. Es posible que haya cierto miedo, porque esa felicidad está ligada a la responsabilidad de estar a la altura, de sacarlo adelante, de hacer disfrutar al público y disfrutar vosotros mismos. El miedo siempre está ahí. Es parte del proceso, de la profesión, de la vida; para bien o para mal.
    Pero el miedo va a quedar atrás. La ilusión que os ha impulsado a llegar hasta aquí hará que desaparezca y que VIVÁIS. Eso es. Por eso habéis elegido esta profesión. Porque creéis que la vida hay que vivirla, que no hay nada más maravilloso que sentir. Y qué mejor que poder vivir más de una vida cada día.
    Os acercáis al punto final de este texto, que son 4 años de escuela. Pero no a la caída del telón. El escenario va a iluminarse para vosotros y vosotros iluminaréis desde esos personajes que ya viven en vuestro interior y que, sin que os deis cuenta, dejarán algún pedazo de su piel en vuestro cuerpo para siempre. Viven en vosotros, así que permitidles vivir, sentir y disfrutar.
    El último día de función, con las manos agarradas y la emoción explotando en vuestro pecho, empezará otro acto más de esta obra que habéis decidido escribir. Todos los caminos son posibles. Todos los personajes están esperando que lleguéis y les deis vida. Todas las obras están por escribir. Todas las compañías están por empezar.
    Toda la vida está por vivir.
    En el escenario y fuera de él, VIVID. Buscad aquello que os hace felices y luchad por ello. Arriesgad como habéis tenido que hacerlo para llegar hasta aquí. Sois actores, vuestra profesión consiste en dar vida. Sois todas las pasiones, emociones, sentimientos, voces, respiraciones, miradas, amores y odios. Sois todas las lágrimas y todas las sonrisas.
    Sois actores. Vivid el final de este acto con todo vuestro ser y morded la vida que empieza al pasar la página. Otro acto, otro espacio. Desaparecerá la escuela y ya no estarán todos los personajes, sólo aquellos entre los que realmente se tejió ese hilo invisible que no se corta a pesar de los años y la distancia.
    Aparecerán nuevos personajes, otros conflictos, otras pasiones, otros espacios. No ha sido fácil y ahora llega la hora demostrar de qué ha servido todo esto.
    Mirad hacia atrás. A la noche antes de empezar la escuela. Nerviosos, sin poder dormir. Pero llenos de ilusión, de ganas de darles forma por fin a vuestros sueños. Han sido cuatro años. Habéis cambiado. Algunas personas que estaban en vuestra vida han dejado de estarlo y han llegado otras que la han hecho mejor. Lo que entonces era inimaginable ahora está ahí, delante de vuestros ojos. Habéis crecido. Habéis vivido intensamente estos cuatro años. Miraos ahora. Mirad lo que sois. Sois actores. El soñador que aquella noche, cuatro años atrás, no podía dormir, puede estar tranquilo. Lo ha conseguido. Ha luchado incansable e incesantemente y lo ha logrado. Por los que erais esa noche y por los que sois hoy: Salid al escenario y haced lo que mejor sabéis hacer: VIVIR. La obra sólo acaba de empezar.

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